miércoles, 11 de enero de 2017

Ciudad serpiente.

Desde la orilla del mundo
Observo el movimiento incesante
De la ciudad serpiente.
Su contorsion exacta
El roce casi imperceptible de su vientre
Avanzando sobre el asfalto.
Le miro la piel brillante
Que en el zig zag se apaga y resplandece.
La ciudad serpiente jamas se detiene
Lleva la sangre fria
Los ojos muertos.
Desde la orilla del mundo
El miedo me acurruca las entrañas
Paraliza.
La ciudad serpiente todo lo devora
Y en su propio veneno
Esconde el antidoto.