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Aterrizamos
del globo terraqueo
a un lugar propicio
Un simple trueque de intinerarios
Abandonamos las postales
de la ciudad de las luces anodina y distante
aproximadamente inasequible
por un universo de tibiezas y de pieles
donde el invierno no encuentra refugio
y los temporales se divorcian de las calmas
cuando nos brotan las maneras
de no prorrogar el apetito
y lamernos los pudores de la espalda
hasta el hartazgo imposible
Desatendimos los decoros
regidos por la conscupiscencia
y concebimos nuevos metodos
de descubrirnos frente a frente
en esa infima distancia que necesitan dos cuerpos
para que ese espacio sea distancia
Concediendonos la libertad
de mitigar impudicos caprichos
replanteando la rutina de las sabanas
Tomandonos el atrevimiento
de tergiversar cualquier censura
fusilando preteritas ausencias
a punta de besos casi ineditos
Nos desentendimos de palabras
para entendernos a tientas
desordenando el espacio a fuerza de euforias
con nuestra insomne propuesta
que ruborizo a la madrugada
Nos comenzamos nos perdimos
nos sucedimos nos alienamos
nos devolvimos nos olfateamos
Nos fascinamos enloquecimos
nos mordimos nos desangramos
nos exploramos y enceguecimos
A grandes rasgos nos deshicimos
para inventarnos haciendo el amor