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Tus ojos como centinelas de un secreto
y este rosario de recuerdos marchitos
como pasatiempo gris
ornamentando mi desvelo
Un puñado de sueños a cumplir
condenados a un hombrecito de barro
sediento de un soplo divino
que inaugure un nuevo comienzo
Y nos salve de una vez por todas
de esta efimera inconclusidad
de ser un bostezo que no contagia a nadie
La mirada del tiempo observa en calma
mientras se deshace se erosiona
y se nos mueren de a instantes
todos los plazos y las esperas
Hoy no es facil recordar
lo que hasta ayer nos era urgente
y por fin cumplimos sin buscarlo
con nuestros olvidos prometidos
Por eso puedo hablar sin obsesiones
borrarte casi por completo
nombrar tus ojos y dejarlos
asi
olvidados en el primer verso.