miércoles, 24 de junio de 2009

...

Los acordes resucitan tibios
flotan colmados de sutil liviandad
como si fueran burbujas
que al minimo roce revientan
contra nuestra piel tapizada de dudas con espinas.
Nosotros vemos como se pasean por el aire
disfrutando ingenuamente de su libertad transitoria
de su eternidad a nuestra merced.
Ellos transitan por la habitacion
algunos revientan solos,
un mero suicidio,
como si ya no les alcanzara para vencer el silencio.
En cada uno se nos abre una puerta,
como una invitacion a perderse en lo prohibido,
y alla vamos, casi levitando con ellos.
Develando los misterios de las cosas que perdimos
entendiendo de una vez
que las canciones duelen, definitivamente,
aunque nos besen tambien otro poco las heridas.
Desde los auriculares nace esa magia
que se derrama sobre lo perpetuo del pasado gris.
Y alli nosotros, sin enterarnos de los limites
seguimos con el nudo en la garganta
de no poder llorar mas que realidades que no fueron.
Es inevitable pensar que en algun momento
quizas nos encontremos,
ciegos de silencio,
atormentados de no entender casi nada de nostros mismos,
y en el preciso instante
cuando se olvidan los reproches,
y se acaban las logicas del universo,
quizas de un modo repentino,
al infimo contacto de los labios
terminemos estallando.

miércoles, 17 de junio de 2009

Omnia mecum porto..

Tengo llantos que ni conozco

tristezas vagabundas

que pasean por el alma

leyendo obituarios de promesas muertas.

martes, 16 de junio de 2009

Martes..

Apenas se canse este martes de mi,
saldre a dar una vuelta por la ciudad aburrida de todos.
Quizas tome por la calle por donde vuelvo
cuando la tarde nace al sol de otoño,
solo para ver que las ramas de los arboles desnudas
no acarician la sombra de nadie sobre el pavimento gris.
Asi hasta llegar a la plaza
donde las palomas andan sin pudores
como si fueran dueñas de todo el cielo que no vemos.
Una vez alli, acodado en alguno de los bancos
roidos de tiempo, mojados de la lluvia que paso,
comenzare a preguntarme porque razon sera que no fumo todavia.
Que miedo tan grande se me anida en los dedos
que timidez heroica me sella los labios,
que no dejan de llamar al humo,
para intentar que las penas se desvanezcan en el aire,
mientras veo deshacerse la nostalgia.
Solo
mirando los campanarios quietos,
las horas muertas en los ojos de la gente,
quizas me ponga a pensar en todo aquello en que nadie piensa,
y quizas con razon, me sienta algo inutil.
Despues, con esfuerzo,
arrastrare mi cuerpo por las veredas nerviosas de tanto taconeo,
y como un fantasma volvere desde el bullicio a este silencio de no sentirme.
Apenas se canse este martes de mi,
me tomare un cafe con todas mis ausencias
que me miran sin hablarme.
Y quizas me pegue un tiro de insomnio,
directo a la sien,
y me encuentre el nuevo miercoles
desesperado de no morirme
desangrado de tristezas.

jueves, 4 de junio de 2009

Se me pianto un lagrimon...


Y yo que estaba esperandome desde no se hace cuanto tiempo, me vi llegar desde lejos.
Venia cansado, pero feliz. Como quien esta volviendo de alguna parte, un hijo prodigo de nadie..
Cargado de recuerdos y esperanzas..
Pensando con tristeza, de la que me gusta, que dejo un lustro de mi vida clavado en un rincon de la ciudad d encuentros.
Y dejo ademas gente imposible de olvidar, con la ilusion de que tambien ellos me recuerden...
Dejo guitarras y gritos, musica y canciones...
Dejo risas y algun llanto...
Dejo el mundo increible q soñamos, y algo mas hermoso, el q vivimos...
Dejo la ilusion intacta de volver, desde cualquier lugar, hasta este...
Mi corazon en una rima para aquellos q caminan la utopia...
Dejo mil semanas llenas de gloria, rutina, lluvias y soles.
Y de entre tantas de ellas tambien voy a soñar con la locura de los miercoles de algun noviembre que paso y no volvio a repetirse jamas...
Dejo aventuras, las q vivi, y las q me invente...
Dejo, por nombrar de alguna forma al edificio viejo y roido que duerme contiguo al hospital Santa Rosa, clases a las que faltamos y otras tantas que asistimos,a saber, fueron las menos...
Dejo la magia desparramada en el verde de un cesped sintetico, siempre de mi equipo, en alguna ocasion de quien abajo firma...
Dejo tambien un Club Sarmiento, y un Kinesio Futbol q me contaron, aunque sea abismal la diferencia, lo q es sentir la primera de un equipo, que fue un sueño que no quiso nada conmigo...
Dejo cada una de mis equivocaciones con el pecho bien en proa de saber que de todo se aprende algo..
Y me llevo en el bolsillo, por llevarme un poco, un puñado de consejos q desmienten lo imposible....
Dejo, y no me pesa demasiado, las mañanas y tardes de apuntes y estudio, aunque nadie me lo crea, q sufri como un pajaro enjaulado...
Me llevo, eso si, de la ciudad de encuentros que se esta haciendo nostalgia, uno en especial, el de sus ojos, y despues el de su boca, como olvidar el de su histeria y al final el de el milagro de su piel.. Con la esperanza de que dure, esa que vamos construyendo...
Dejo en una lista interminable millones de promesas q aprendi a no cumplir...
Dejo a mis amigos persiguiendo colombinas, incansables pierrots que sabran entenderme en este tiempo, porque quien mas q ellos para comprender, q detras de la alegria se esconde siempre un lagrimon...
Dejo algo de mi vagabundeando por las calles que ya ni deben recordarme. Y un silencio profundo por todo lo que se me escapa nombrar de puro despiste.
Dejo mi adios de tintas y letras, y este pedazo de vida derrotando al olvido.
Y yo que estaba esperandome desde no se hace cuanto tiempo, me vi venir desde lejos. Y como tirando al diablo la nostalgia de todo lo que no llega, sali a mi encuentro.
Y asi, con los brazos abiertos, como dandome una nueva morada, me recibi...
(Casi increible si no fuera q paso)

martes, 2 de junio de 2009

Despedida...

Hablame de todo con esa forma de hablar
como si se estuviera aprendiendo el idioma.
Del verso secreto que la tinta y el papel en comunion
nos vedan por perverso capricho.

Y si yo no supe contagiarte
sabras disimular que no he podido.
Y soñaras lunas, princesa de antifaz,
para poder mentirme mirandome a los ojos.
Mas alla de esta ilusion no moriremos.
Mas aca del corazon no habra esperanzas.

Que nos embruje la piedad del vino.
Para no vernos como dos pateticos arlequines
bailando una danza grotesca.

Caminemos por las calles dormidas
como si no tuvieramos memoria.
Como si el tiempo sirviera para algo mas
que para convertirnos en espera de aquello que esquiva su genesis.

Y hagamos escuela de lo que sera poesia en otras masnos.

La despedida sera la que destierre este sin sentido
entre el parentesis de nuestras vidas divorciadas
aun antes de encontarnos.

Inventaremos la excusa, sera facil:
Algo asi como que nos fuimos perdiendo
por miedo a morir sin mañana.
Y que ya no coincidimos, ni en tiempo, ni en lugar.
Ni en todo aquello que compartiamos cuando eramos lo que eramos,
si alguna verz fuimos.

Ahora el final, como le llega al sueño el despertar.
Que nos llore el silencio.
Que se suicide la esquina... Olvidemos!

Y el partir sera solo un instante instrascendente,
a la vera de las mil conjugaciones que inventamos del amar
y la oscuridad del temer.
Tu hacia el sur, yo sin norte, a cualquier parte.

Las noches llegaran a reclamarnos
con melancolia entre los dedos lisiados.
Sepamos ignorarlas.

Busquemos un pretexto, sera facil:
Disimulemos si escapa un lagrima, y mintiendo convencidos,
digamos que fue lo mejor.
Y que no supimos amarnos de otra forma,
solo asi, como se aman los pajaros.

Sin cortar sus alas.

lunes, 1 de junio de 2009

A Villaguay...

Camino la ciudad como un extraño
Saliendo de la tarde y entrando a las estrellas,
Ella me observa, me mira callada
Y se abre para mí como un ensueño
Dejándome que la recorra,
Descubriéndole las calles
Y surcándole sus pobres y aguardantes esquinas.
La ciudad es como una música
Que nos llega de ninguna parte
Y también de todos lados,
Son los faroles amarillentos
Que nos sueñan las sombras y las cumplen.
Dentro de su corazón de pueblo,
Que poco a poco se tiñe de cemento y hormigón,
Late la frescura del aire
que aun vaga salvaje por el viento
y perfuma la piel como invitando a nunca partir.
La ciudad conoce los misterios de la gente
le sabe los secretos
porque también los vio nacer desnudos
y convertirse en polvo siguiendo un mandato divino.
La ciudad tiene ojos de niño
y una inexplicable magia que la envuelve.
Olor a jazmines,
y árboles antiguos que riegan flores
convidando belleza.
La ciudad a veces tiene lluvia y tiene gris
y es dueña de todo lo que nombra
porque posee todo el universo que uno es capaz de perseguir.
En cada esquina espera un milagro
porque revientan de vida sus veredas
y las plazas nacen cada noche
a resguardar por toda historia que comience.
Yo camino la ciudad como un extraño
extranjero de sus tierras y sus cielos,
la transito como besándole los labios
como acariciándole la piel en cada paso,
y se me entrega
cobijándome de la tristeza de añorar
todo lo que atrás he dejado
solo para llegar hasta aquí
y encontrarme con ella
que siempre estuvo, y estará,
aguardándome de bienvenidas.
Y en cada adiós que le profiero
como un amante inconstante,
ella respira la eterna calma de saber que siempre,
siempre,
nos espera un nuevo encuentro.
 
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